ALBÓNDIGAS CON CARÁCTER

 

RECETA PARA UNAS ALBÓNDIGAS CON SABOR MUY ESPECIAL

Verano - 2005

 

Siendo las albóndigas una especialidad culinaria tan extendida dentro nuestra cocina, constituyen, sin embargo, el plato idóneo para innovar y salirse de lo establecido, resultando en la práctica una comida sorprendente debido a la enorme variedad de sabores y texturas que presenta, dependiendo de la zona geográfica e incluso de la persona que las elabore.
La receta que a continuación presentamos constituye el plato creado por las mujeres de mi familia y cuyo resultado al paladar es diferente de todas cuantas otras albóndigas hayas podido probar:

INGREDIENTES:

- 1 Kgr. de carne de cerdo picada (800 grs. de magro y 200 grs. de panceta).
- 6 huevos.
- 1/2 vaso de leche entera.
- Pan, aceite de oliva, harina, 1 cebolla y 1 tomate.
- 3 dientes de ajo, perejil, sal, 2 hojas de laurel, pimienta blanca molida, pimienta en grano, pimentón dulce, canela molida y 1 copa de anís seco tipo "cazalla".

PREPARACIÓN:

En un bol se baten los 6 huevos con el medio vaso de leche entera. Se sala moderadamente. Seguidamente se le agrega pan cortado en rodajas muy finas y se deja embeber durante unos minutos, triturando la mezcla posteriormente, chafándola con un tenedor hasta que quede una pasta bien homogénea (aquí está uno de los secretos para el buen resultado del guiso: esta pasta debe quedar compacta pero muy jugosa). En la misma hay que añadir también los tres dientes de ajo picados muy finos, perejil y dos pizcas de pimentón dulce.
Ahora se agrega la carne picada, 1 pizca de canela molida, 2 pizcas de pimienta blanca molida y 2 más de pimentón dulce, y se sala al gusto. Se añade a la mezcla una copita de anís seco (tipo Cazalla), y se amasa a mano prolongadamente (cuanto más, mejor).
Se deja reposar durante unas horas, incluso toda la noche.

Para la segunda fase del proceso se pone aceite de oliva en una sartén al fuego. Se van haciendo las bolas de masa con las manos mojadas en agua fría o aceite (tamaño mediano, 3 a 4 cms. de diámetro) y tras rebozarlas en harina, se fríen a fuego medio hasta dorar. Se dejan en una fuente.

Y ahora, llegada la fase última y definitiva, se pone agua a calentar en una olla y cuando está templada se echan las albóndigas, que queden bien cubiertas. Se echa también la cebolla y el tomate cortados a rodajas, 2 hojas de laurel y unas dos docenas de granos de pimienta negra. Salar el caldo y añadir el aceite de freírlas, una vez colado. Se puede añadir una pastilla de caldo de carne, en lugar de su equivalente de sal. Dejar hervir a fuego lento hasta que la cebolla esté bien cocida y el caldo se haya reducido y trabado.

Si es posible dejar reposar el guiso durante unas horas antes de servir, mejor que mejor.

 

Texto: A. Vicente Martí Asensio
Receta de: Petra Asensio Sánchez

 

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