Adosada al cementerio se encuentra la ermita dedicada a San Sebastián (nombre que también recibe el cementerio), que fue construida en el siglo XVI. Esta ermita es conocida normalmente por la ermita de San Roque debido a que en la tarde del 15 de agosto, se sube en procesión desde la iglesia de Santa Ana hasta la ermita a ese santo. En la mañana del día 16, nuevamente en procesión desde la ermita de San Sebastián hasta la iglesia de Santa Ana, se baja la imagen de San Roque que permanecerá allí hasta el año siguiente.

La ermita y el cementerio de San Sebastián antes y después de su restauración

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